sábado, febrero 24, 2007

LA FILOSOFÍA DE LA VIDA

EL VITALISMO DE NIETZSCHE (BLOQUE 9)

1.- El siglo XIX: Corrientes filosóficas que influyen en Nietzsche
- El positivismo
- El evolucionismo
- El vitalismo
2.- Biografía y obras de Nietzsche.
- Principales etapas de su pensamiento
3.- El vitalismo de Nietzsche
- La vida se vive no se entiende: Dionisos y Apolo
4.- Crítica a los valores de la cultura europea:
- Moral
- religión
- Filosofía.
5.- La muerte de Dios
- Significado de esta expresión
- Una nueva jerarquía de valores
- Moral de señores y moral de esclavos
- El superhombre.
6.- La voluntad de poder
- El nihilismo
- El eterno retorno

1.- El siglo XIX: Corrientes filosóficas que influyen en Nietzsche

La segunda mitad del siglo XIX se caracteriza, socialmente, por un conjunto de grandes cambios que a partir de entonces se van a cons­tituir en los principios de la civilización occidental. A lo largo de es­tas décadas se suceden diversas crisis que desembocan en una pro­funda crisis social y que afectarían a todo lo que hasta entonces se consideraba plenamente cierto y estable. Por esta razón, la sociedad de la Europa Occidental se vio obligada a buscar nuevas bases, nue­vas respuestas a las incógnitas que se planteaban en el seno de la cul­tura.

En este contexto de efervescencia cultural, en la Europa Central se producirá un intento de renovación de la cultura centrada en la afir­mación fundamental de la vida como principio básico. Esta afirma­ción de la vida quiere ser la superación de la crisis planteada en este siglo. Esta nueva orientación filosófica se conoce con el nombre de vitalismo, y se centrará en la vida y en los valores vitales, subordi­nando lo racional a lo vital.

Los grandes sistemas filosóficos que se desarrollaron en el siglo XVIII y en la primera mitad del siglo XIX (idealismo, materialismo o positi­vismo) pretendían, en líneas generales, construir un orden individual (ética) y un orden social (política). Los presupuestos metodológicos de estas corrientes de pensamiento consistían en la firme creencia de que el hombre feliz y libre sólo es posible en una sociedad justa y or­denada. Para el marxismo, los avalares y desgracias de su época (tam­bién la revolución) se justificaban a partir del inevitable advenimien­to de una sociedad nueva surgida de un hombre nuevo. Por un lado, el evolucionismo de Darwin pondrá al descubierto los principios de la evolución, que conducen a la teoría de la selección natural por me­dio de la lucha por la existencia y la supervivencia del más fuerte, lo cual implica la idea de que la vida no está sometida a ningún tipo de finalidad o teleología. Por otro lado, el utilitarismo de Stuart Miller y el historicismo de Dilthey apelan al equilibrio entre la sociedad y el hombre: sólo la búsqueda de lo que es útil se considera un criterio vá­lido, pues el sacrificio de unos es necesario para la felicidad del ma­yor número. Pero frente a estas consideraciones, que parten de un origen y destino común para el hombre y la sociedad, a lo largo del siglo xix se va desarrollando la idea de la afirmación del destino in­dividual del hombre. Esta línea de pensamiento considerará al hom­bre individual, al ser humano que debe decidir y es el protagonista del sentido de su vida, como si fuera el último hombre. De este modo, se considerará que el individuo debe ser analizado por medio de un valor absoluto, puesto que la vida plena no procede de la sociedad ni de otros hombres.

Así, el vitalismo, o filosofía de la vida, comprende un conjunto de corrientes filosóficas que están directamente influidas por la biología. Sus representantes comparten la consideración de la vida como la esencia de la realidad, y rechazan todo sistema filosófico que se oponga a la vida. Entre los filósofos representantes de estas corrien­tes cabe citar a Wilhelm Dilthey, Soren Kierkegaard, Arthur Schopenhauer, Henri Bergson, José Ortega y Gasset y Friedrich Nietz-sche. Todos estos pensadores se sitúan al margen de las principales corrientes de su época: sus concepciones son discrepantes con las fi­losofías dominantes en ese momento, pues entienden el concepto de vida como algo dinámico, contrarío a la razón lógica y racional.. En suma, sólo a partir de la vida humana es po­sible comprender las múltiples manifestaciones de la cultura y el sen­tido de la historia.

El principal antecedente de la filosofía de Nietzsche es Arthur Schopenhauer (1788-1860), quien consideraba que el mundo es un fenó­meno o representación, una mera apariencia. Por tanto, el mundo de nuestra representación es apariencia o engaño. Para Schopenhauer, el hombre se aprehende como voluntad de vivir. Es lo que impulsa a los seres y a la naturaleza misma en su despliegue. Cada cosa del mundo es vo­luntad de ser, con lo que la realidad es también voluntad. Este querer supone una insatisfacción y un incesante dolor. Así pues, la vida es dolor. La única salvación consiste en la superación de la voluntad de vivir. Si el individuo es una ilusión, es conveniente deshacerse inme­diatamente de ella: eliminar la voluntad de vivir y distanciarse de toda pasión. El pensamiento de Nietzsche consiste en un alejamiento de los hombres para, posteriormente, encontrar a los auténticos hom­bres: el pesimismo de Schopenhauer se supera con Nietzsche, que considera el futuro como una esperanza según la cual el individuo construirá una gran obra y fundará una colectividad. La meta a la que debe aspirar el individuo es a producir futuro, historia. En la medida en que el héroe pueda construir una comunidad nueva, el individuo será excepcional y superior.

2.- Biografía y obras de Nietzsche.

Federico Guillermo Nietzsche (1.844-1.900) nació en Rócken, cerca de Leipzig (Prusia), de ascendencia polaca (su padre) y alemana (su madre). Recibió una profunda educación hurnanista. Pronto se aficionó a la música y comienzan sus enfermedades... En 1.864 comienza los estudios de filología clásica en Bonn y los continúa en Leipzig, donde descubre una filosofía que le entusiasma: la de Shopenhauer, que tanta importancia daba a la voluntad... En 1.868 conoce a Wagner, que por entonces era todavía un espíritu rebelde y revolucionario y cuya
música le apasiona. En 1.869 es nombrado catedrático de filología clásica en la Universidad de Basilea, aunque lo que ya le interesaba realmente era la filosofía...

En 1.878 rompe su amistad con Wagner y al año siguiente las enfermedades le obligan a abandonar su cátedra en Basilea: tiene 35 años y comienza una vida errante, viajando siempre, especialmente hacia el Mediterráneo y los Alpes suizos, atormentado continuamente por dolores de cabeza y vómitos... En 1.881, a orillas de un lago suizo, recibe la inspiración del " eterno retorno" , la idea central de su obra " Así habló Zaratustra".
En 1.882 conoce a Lou Andreass Salomé, que rechaza su petición de matrimonio, pero que le inspirará un nuevo deseo de vivir. En 1.889 surge la catástrofe: sufre un colapso en una plaza de Turín y es internado en una clínica psiquiátrica. Diagnóstico: parálisis progresiva. A partir de entonces, pérdida progresiva de la razón, hasta que muere en 1.900.

· Obras y períodos
En el pensamiento de Nietzsche podemos distinguir 4 periodos. Según las expresiones empleadas por él mismo, podemos denominarlas según 4 momentos del día:

a. Periodo romántico: filosofía de la noche. Es el periodo de Basilea en el que Nietzsche se inspira en los presocráticos -especialmente Heráclito-, Shopenhauer y la música de Wagner. La obra fundamental es "El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música", dedicada a Wagner, en cuya música ve la culminación de la tragedia griega. Nietzsche considera aquí el arte como el medio de penetrar en la realidad, en el fondo nocturno de la existencia -lo dionisiaco-, contrapuesto con la luminosidad -lo apolíneo... Dionisos y Apolo -dos dioses griegos- son las figuras de este periodo, y representan 2 actitudes contrapuestas ante la vida. La contraposición Apolo-Dionísos se resuelve a favor de Dionisos, que será el tema sobre el que volverá continuamente Nietzsche. .Sócrates, en cambio, aparece como el gran enemigo, porque fue el creador del mundo teórico, opuesto y negador de la vida, como veremos.

b. Periodo positivista: filosofía de la mañana. Es el final del periodo de Basilea, primeros años de viajes, ruptura con Wagner y abandono de Schopenhauer. Se inspira en Voltaire y los ilustrados franceses y adopta una postura positivista o científica para condenar la Metafísica -sobre todo la platónica-, la religión y el arte. La figura es ahora el "hombre libre" y sus obras fundamentales son: "Humano, demasiado humano", escrita ya a base de aforismos y en la que denuncia todos los males de la cultura occidental, "Aurora" y "La gaya ciencia".

c. El mensaje de Zaratustra: filosofía del mediodía. Es ahora cuando el pensamiento de Nietzsche llega a su apogeo, como el sol que alcanza el mediodía. Escribe su obra más importante; "Así habló Zaratustra. Un libro para todos y para nadie". Aquí aparece un tema fundamental de su pensamiento: el pensamiento del "eterno retorno", la fórmula suprema de la afirmación, como veremos. Nietzsche dice que Zaratustra es la figura de Dionisos y también el "superhombre".

d. Periodo crítico: filosofía del atardecer. Una vez escrito "Así habló Zaratustra", Nietzsche dice., "después de haber Quedado resuelta la parte de mi tarea que dice sí, le llegaba el tumo a la mitad de la misma que dice no. que lleva ese no a la práctica: la transvaloración mismo de los valores anteriores. La gran guerra". Zaratustra baja de la altura a la civilización que está en su ocaso -el atardecer-, minada por el nihilismo, y critica la religión, la filosofía y la moral tradicionales..., y se maldice al "último hombre" que precede o "superhombre". De este período son las obras. "Más allá bien y del mal", "Crepúsculo de los ídolos", '"El anticristo", "Ecce homo", y "La voluntad de Poder".

3.- El vitalismo de Nietzsche

a.- Dionisos y Apolo. En "El Nacimiento de la tragedia" Nietzsche estudia cómo la tragedia griega se originó gracias a la fusión de elementos contrapuestos del espíritu griego: lo dionisiaco y lo apolíneo. Dionisos era el dios del vino, de la embriaguez y la vegetación, y se pensaba que habitaba en lo alto de las montañas. Los cultos dionisiacos consistían en orgías místicas, que permitían la unión con el dios por medio del "furor báquico" (se le llamaba también Baco). En primavera se organizaban también las fiestas del vino, concursos de poesía y representaciones teatrales. Apolo era el dios del Olimpo, el dios del sol, la luz y la claridad de la razón, mientras que Dionisos era el dios de la noche y de la voluntad irracional.

En la tragedia griega, el dios Dioniso representa los valores de la vida. Es la divinidad del vino, de la fecundidad, de la salud; es la imagen de la fuerza instintiva y pasional, de la corriente vital efervescente. El hombre dionisiaco vive en plena armonía con la naturaleza.

En la tragedia griega, el dios Apolo representa los valores de la razón. Es la divinidad de la luz, de la proporción y la justa medida, del equilibrio y la serenidad: encontramos su espíritu en la obra bella, equilibrada y perfecta. El hombre apolíneo quiere dormir y enmascarar la realidad, ya que en él predomina la razón.

b.- ¿Quién es Zaratustra? "Zaratustra" es la principal obra de Nietzsche, y en ella se contiene lo mental de su mensaje. Zaratustra -Zoroastro para los griegos- fue un profeta persa del s. VIl a. de C. Su doctrina se encuentra recogida en 17 cantos que forman la parte más antigua del "Avesta", y, mentalmente, representa la lucha entre los espíritus del bien y los espíritus del mal, representada por 2 personajes: Ormuz y Ahrimán.

¿Por qué Nietzsche sustituyó Dionisos por Zaratustra. Pues, fue porque Dionisos estaba ligado a la crítica de la concepción metafísica del mundo que ya en este tercer periodo de su obra Nietzsche había ábandonado, y entonces escoge la figura de Zaratustra, en el que sólo ve al "creador de la moral". Zaratustra representa lo mismo que Dionisos por su afirmación de la vida y de la voluntad de vivir, por su sí al mundo y a la vida. Su gran enemigo es también Sócrates, Platón y todo lo que ellos representan, es decir, la civilización cristiana. Ahora Nietzsche enfrenta a Dionisos contra Sócrates y a Zaratustra contra el cristianismo. ".

4.- Crítica a los valores de la cultura europea:
Los «martillazos» de la crítica de Nietzsche se dirigen contra la filosofía, la religión, la moral y la ciencia tra­dicionales. Nietzsche pretende con ello destruir y pulverizar estas for­mas culturales occidentales para dar un nuevo enfoque al proyecto creador de la existencia.
La «filosofía del martillo» consiste, pues, en negar y destruir y ad­quiere la forma de una «transmutación» o «transvaloración de todos los valores». Por eso, descarga sus martillazos sobre tres momentos fundamentales de la historia occidental: Sócrates, la filosofía platóni­ca e idealista y la moral y la religión judeocristianas.

· Sócrates y la etapa clásica de la filosofía griega. Según Nietzsche, la auténtica grandeza griega se da en la tragedia, que supone la fu­sión artística de ías dimensiones más genuinas del pueblo griego. Por una parte, aparece la dimensión individual y de equilibrio, de serenidad, claridad y medida, el momento de los fenómenos. Esta dimensión está representada por el dios griego Apolo. Por otra parte, aparece la dimensión de la embriaguez mística y de la ani­quilación de la conciencia personal (lo excesivo, lo desbordante, la afirmación de la vida), representada por Dioniso, dios de la des­mesura, de la noche, de la oscuridad.

Según Nietzsche, con Sócrates se destruyó el equilibrio entre lo apolíneo y lo dionisiaco. Por eso, Sócrates es el máximo responsa­ble de la degradación de lo que había de vital en la civilización griega: ante el exceso de inteligencia e ilusión, Sócrates instaura la racionalidad extrema. Es, por tanto, el gran corruptor, puesto que con su filosofía triunfa el hombre teórico sobre el hombre trágico, imponiéndose lo científico.

• La filosofía platónica y la filosofía idealista alemana. La filosofía occidental fue instaurada por Platón al afirmar la existencia de un mundo perfecto y absoluto. La filosofía dogmática parte de la con­sideración del ser como algo estático e inmutable, un ser que exis­te en su propio mundo, un mundo diferente del mundo sensible, y su realidad es, por tanto, meramente aparente. Por eso, para el metafísico (filósofo) la verdadera realidad debe ser estática e inmutable, com­pletamente fuera del mundo del devenir. De esta forma, Nietzsche considera que el ser del metafísico es la construcción más abs­tracta que el hombre ha podido imaginar y equivale a la «pura nada».

• La moral y la religión judeocristianas. Para entender la crítica de Nietzsche al cristianismo, hay que aclarar que, para él, la religión no es una experiencia de una entidad real, sino que lo que consi­dera válido es el ateísmo. Por ello se pregunta cómo es posible que se haya creído durante tanto tiempo en una ilusión. Nietzsche considera que la religión surge del terror que el hombre siente ante sí mismo, de la incapacidad estructural del hombre que no puede asumir su propio destino: cuando es invadido por un senti­miento de poder, teme quedar avasallado por él y, por medio de un mecanismo de defensa patológico, lo atribuye a otro ser más poderoso, a saber, Dios. Así, la religión conduce a la alienación del hombre debido a que los estados sublimes le son ajenos, con lo cual elude cualquier responsabilidad personal sobre los actos su­premos. Considera, por eso, que el cristianismo sólo fomenta los valores mezquinos, por ejemplo, la obediencia, el sacrificio o la hu­mildad, propios del rebaño: el cristianismo es una moral del ani­mal, del rebaño. Significa la destrucción de todos los valores del mundo griego. Es, en suma, una afirmación de los valores débiles, de los valores de los esclavos que se rebelan contra sus señores. La superación de este estadio sólo podrá llevarla a cabo el hombre nuevo, el superhombre creador de nuevos valores.

La crítica de Nietzsche se fundamenta sobre la base de que «todos los problemas de la filosofía no son sino un problema de valores»: considera que siempre que la filosofía reflexiona acerca del ser se encuentra ya dirigida por consideraciones o puntos de vista axiológicos (valores), morales.

5.- La muerte de Dios

5.1.- La muerte de Dios.

a. / Por qué la muerte de Dios? Es famoso este texto de "La Gaya ciencia ": "/.Dónde se ha ido Dios? Yo os lo voy a Decir. Nosotros lo hemos matado, vosotros Y yo. Todos somos sus asesinos: ¿no oís todavía el grito de los sepultureros que entierran a Dios? Dios ha muerto, y somos nosotros quienes te hemos dado muerte". Nietzsche está convencido de que de Dios es lo que impide que el hombre se realice como tal. Dios es el gran obstáculo para que llegue el superhombre. Por eso, con la muerte de Dios realizada por los hombres, éstos se liberan de su terrible peso y pueden, por fin, ser los creadores de su propio destino.

b. Las 3 transformaciones. Este hombre capaz de crear su propio destino es el "superhombre" que, antes de llegar a serlo, por 3 transformaciones: 1. Camello que se arrodilla: el hombre era un animal de carga que obedecía a su amo (Dios) sin quejarse. Éste le manda y él obedece. Su lema es "yo debo". 2. El león que se rebela: el hombre-cameüo. Cansado por el peso de la carga, se rebela contra su amo y lo derriba. Entonces se convierte en el hombre-león, critico y dueño de sí mismo, que dice "yo quiero". 3. El niño que juega: simboliza el hombre liberado, que crea sus normas y valores según su voluntad -como los niños que juegan-, porque está más allá del bien y del mal...Su lema es "yo creo".

c. Por qué Dios ha muerto? El Dios que ha muerto es el "monoteísta" de los metafísicos racionalistas que afirmaban que la razón era una y que no habla más que un único Dios, por lo que la verdad era una y el sentido de la vida era también uno y único... Sin embargo, antaño el "politeísmo" veneraba a muchos dioses, contradictorios y en lucha eterna. Por ello, habla pluralidad de sentidos, de valores, de perspectivas, de formas de ver el mundo. Por eso. el nihilismo supone: 1. la muerte de! Dios Uno, Todopoderoso (el Dios de los metafísicos racionalistas). 2. pero el renacimiento de dioses-múltiples-finitos... Ésta es la parte positiva del nihilismo, como veremos en seguida.

d. Qué significa que Dios ha muerto. Significa que, puesto que al mundo suprasensible le hemos quitado su unción ordenadora de nuestra existencia y del mundo, nos hemos quedado sin brújula y no podemos encontrar un sentido va dado para nuestra vida. Sí Dios, considerado como el fundamento suprasensible y el origen de todo lo rea!, ha perdido su fuerza constructiva y ordenadora, si ya no es la norma que guía nuestra conducta, es obvio que el hombre ha perdido totalmente su orientación en el mundo es la consecuencia de la negación de la Metafísica: el nihilismo.

5.2.- Nueva jerarquía de valores.
- Transvaloración de los valores. Toda la filosofía de Nietzsche confluye en un único tema: la afirmación de la vida. Y en este contexto hay que situar su destrucción de los valores, y -más que destruir-cambiarlos, sustituirlos por otros... Y esto ¿por qué:? Pues porque -para Nietzsche- hasta ahora la humanidad ha valorado todo lo que se opone a la vida y la moral vigente procedía de un espíritu enfermo y decadente. Por eso dirá: "transvaloración de todos los valores, ésta es mi formula "

5.3.- Moral de señores y moral de esclavos.
Para Nietzsche hay 2 tipos de hombres: 1 . Los señores: son fuertes, nobles, dominadores, tienen el sentido de la plenitud. Su mora! es la arrogancia basada en la propia fuerza, la actividad desbordante, la fe en sí mismo y en su propio destino, la falta de compasión y simpatía... 2. Los esclavos: son débiles, pobres, enfermos, apocados. Su moral se basa en la compasión, la humildad, la resignación y la obediencia.. Los señores son pocos y los esclavos, muchos. Los esclavos están en inferioridad respecto a los señores hasta el punto de que peligra incluso su , existencia a manos de los señores . ¿Por qué ha triunfado la moral de esclavos durante tanto tiempo? Según Nietzsche, el judaísmo, el cristianismo v la democracia tienen la culpa. Los esclavos -al ser mayoría- logran imponer su ideal mora! en contra de los señores, mora! que triunfó con la llegada de la democracia en la antigua Atenas... Pero la consolidación de la moral de los esclavos es de origen judeo-cristiano, pues el cristianismo hace de la miseria y de la debilidad una virtud...

5.4.-. El "superhombre".
- Cómo concibe Nietzsche al Superhombre. Al hombre, hasta el momento presente, no lo concibe Nietzsche como capaz de ser él mismo.. Pero por su opción por la vida, por su voluntad de poder que le permite superar los prejuicios y compromisos morales a los que estaba atado, por la muerte de Dios, se anuncia el advenimiento del "superhombre". Que sólo será posible cuando lleguen a su término las consecuencias de la muerte de Dios. Nietzsche concibe al "superhombre" como un ser con plenitud vital, con dominio sobre sí y sobre los demás, con fuerza física y moral, de nobleza de sangre, con sabiduría e independencia, que no tolera que le sean impuestos valores o metas, porque él es la norma y la meta...

6.- VOLUNTAD DE PODER

6.1.- La voluntad de poder.
a. Qué significa esta expresión.
El Nietzsche siempre enfermo confiesa que intenta sanarse a sí mismo y que "descubrí de nuevo la vida v ¡a convertí mi voluntad de salud, de vida, en mi filosofía"... El mundo, el hombre, la vida, son para Nietzsche "voluntad de poder". Nietzsche no define claramente esta expresión, pero se refiere a ella continuamente como la voluntad de ser más y vivir más, de superarse, de demostrar una fuerza, "siempre creciente, etc." y fundamentalmente podíamos decir que la voluntad de Poder es voluntad de dominio y voluntad de dominio. Dice Nietzsche: "En todos los lugares en que encontré seres vivos encontré voluntad de poder e incluso en ¡a voluntad del que sirve encontré la voluntad de ser señor..."

b. Las 3 esferas a las que se extiende:
1.- Voluntad de plenitud vital y dominio
. Dice Nietzsche que en todos los seres vivos vio no simplemente voluntad de vivir, sino voluntad de dominio. Así, voluntad de poder significa: impulso vital, emoción, pasión, pero también voluntad de fuerza, de poderío, de ley del más fuerte. Et superhombre ha de fundar una sociedad de nobles y tiranos dominadores. Vemos pues, el padrinazgo de Darwin; la lucha por la existencia en la que sólo sobreviven los más fuertes, los más capacitados.

2.- Voluntad creadora de valores. La gran importancia que tienen los valores morales dentro del pensamiento de Nietzsche hace la " "voluntad de poder" sea en gran manera voluntad creadora de valores, al mismo tiempo que aniquila los valores anteriores. (Luego lo ampliamos).

3.- Voluntad creadora de verdad. El conocimiento como perspectiva. La realidad -según Nietzsche- es móvil, dinámica, incesantemente cambiante: en cada momento nos muestra sólo un aspecto de su ser que es diferente del anterior, y el posterior. También nosotros cambiamos continuamente... Por ello sólo podemos saber lo que las cosas son en cada momento pero nunca podremos definir lo que son las cosas en su esencia. Sólo podemos tener lo que Nietzsche llamó una determinada perspectiva. Sólo es verdadero lo que valorice la vida. ¿Cómo podrá, entonces, decir alguien que posee la verdad? Por eso Nietzsche sólo admite este criterio para decidir si un juicio es o no verdadero: que favorece, vida, si la desarrolla... y como ya sabemos que la vida no tiene un único sentido como tampoco hay una única verdad, resulta que tampoco tiene sentido hablar de la verdad y el error puesto que ninguno de los dos existen. Ya no se siente la necesidad de unos valores inmutables residentes en un más allá metafísico que den seguridad y confianza a! hombre porque marcan un sentido para la vida y son como su tabla de salvación, sino que ahora es posible lo que se entendía por error e ilusión, porque lo único que cuenta es e! desarrollo vital y dominador de que hemos hablado.

6.2.- EL NIHILISMO.

Nietzsche mismo nos dice qué significa el nihilismo: "que los supremos valores se devalúan. Falta el fin, falta la respuesta a la pregunta: /para qué?... El nihilismo es, por tanto, la primera consecuencia de la muerte de Dios, porgue ya no hay ni los valores, ni las explicaciones, ni las metas que habían sostenido toda la cultura occidental. Al dar muerte a Dios se ha perdido el sentido y la orientación de nuestra vida: estamos perdidos, sin brújula, en el desierto de la historia..." Pero esto no es todo, sino sólo la parte negativa del nihilismo... Falta la parte positiva que vamos a ver en los 3 momentos del nihilismo
- Los 3 momentos del nihilismo. 1. Duda o desorientación: es el primer momento: el de la duda y desorientación radical por la pérdida de sentido de la vida... 2. Reflexión: perdida la orientación que suponía la tradición platónico-cristiana, se impone la reflexión sobre la situación a la que se ha llegado y la afirmación del nihilismo como una consecuencia necesaria del proceso histórico... 3. Una nueva valoración: la voluntad de poder: una vez llegado el nihilismo se impone una nueva perspectiva (nueva forma de ver) del ser y del hombre: es el momento de una nueva, valoración de la vida; es como si en el horizonte apareciera una nueva aurora, un nuevo camino que hay que recorrer, y que

6.3.-El eterno retorno
El eterno retorno es el tema clave de Así habló Zaratustra y es, al mismo tiempo, otro de los simulacros de Nietzsche. Este tema está to­mado de la mitología y de los presocráticos, pero en Nietzsche sólo aparece el sentido cosmológico para refutar la concepción lineal y te-leológica de la naturaleza. Si el universo tuviese una finalidad, asegu­ra Nietzsche, y si existiese un estado final, debería haberse alcanzado ya. Por eso afirma que no hay más mundo que éste, negando de nue­vo el transmundo platónico y el otro mundo cristiano. El eterno re­torno de lo mismo significa que todo se repetirá del mismo modo en sucesivos ciclos cósmicos: así, nuestro único mundo es éste, y toda huida a otro mundo conlleva una pérdida de la realidad. La consigna consiste en la afirmación de la fidelidad a la tierra, por lo que el eter­no retorno adquiere un sentido axiológico: es la suprema fórmula del sí a la vida, de la fidelidad a la tierra y al mundo que pronuncia la vo­luntad de poder.

El eterno retorno simboliza, en su eterno girar, que éste es el único mundo y afirma, además, que todo es bueno y justificable debido a que todo debe repetirse. Así, el superhombre es el que sabe que «para poder decir sí auténticamente a algo, hay que decir sí a todo». De este modo la filosofía de Nietzsche se convierte en una filosofía afirmati­va, positiva; sólo dice no a lo que considera negativo y destructivo.

- Conclusiones
El punto de partida del pensamiento de Nietzsche consistía en la crí­tica de todos los valores de la cultura europea. Para él, la cultura oc­cidental está viciada desde su origen. Su error, el más pertinaz y peli­groso de todos, consiste en instaurar la racionalidad a toda costa. En la filosofía griega, el error dogmático consistió en la invención del es­tatismo del ser, el espíritu puro y el bien en sí. Este dogmatismo a ul­tranza es interpretado por el filósofo alemán como un claro síntoma de decadencia. Es decadente todo aquello que se opone a los valores del existir biológico e instintivo del ser humano. Por tanto, Nietzsche establece la necesidad de criticar los aspectos de la cultura de Euro­pa: el mundo racional, el mundo moral y el mundo religioso. Éstos son los tres mundos inventados o creados por el hombre occidental y cuyos valores son interpretados como síntomas de decadencia y de debilidad. Para conseguir superar esta situación, el hombre debe ex­pulsar de su interior a Dios: no se tratará de una divinización del hombre, sino de una sustitución de Dios por el superhombre. Este hombre nuevo se convertirá, así, en un ser con plenitud de poder y de dominio sobre sí y sobre los demás. El superhombre será un ser su­perior, autónomo, libre de valores pasados, legislador, agresivo. Su propia norma es él mismo, porque está más allá del bien y del mal. Y, por lo mismo, el superhombre será voluntad de dominio, voluntad creadora de nuevos valores. El superhombre, en definitiva, represen­ta el fin supremo de la humanidad; la vida que conduzca a él será as­cendente y la que le aparta será antinatural y descendente, decaden­te y disgregadora.