lunes, enero 08, 2007

Santo Tomás: Contexto siglo XIII

LA ESCOLÁSTICA: Contexto siglo XIII
El término escolástica procede de un vocablo latino que significa «el que enseña en una escuela. Se llama, pues, filosofía escolástica al saber medieval desarrollado desde el final de la Patrística en las escuelas que surgen alrededor de los monasterios y catedrales. Estas escuelas son lu­gares alejados de los asuntos cotidianos, al modo de la Academia pla­tónica, en los que el aprendizaje se realiza sin molestias externas. Se en­señan las «artes liberales», agrupadas en el Trivium (Gramática, Retórica, Dialéctica) y el Quadrivium (Aritmética, Música, Geometría y Astronomía). Este modelo, que tiene su origen en Cicerón, llega a la cultura europea a través de los Padres latinos. Para Cicerón, el hombre se distingue del animal gracias al lenguaje; cuanto mejor habla un hom­bre mejor hombre es. Por ello, enseñar elocuencia es enseñar a pensar. De ahí la necesidad de formarse en las artes liberales.
Los escolásticos elaboran principalmente comentarios y sistemas filosófico-teológicos dentro de los dogmas cristianos que comenza­ron siendo recopilaciones, llamadas Sentencias, y que posteriormente se transformaron en Sumas, con contenido ideológico propio.
Las investigaciones de esta época se centran en la metafísica y en la lógica, para las cuales utilizan el método dialéctico. La Disputatio consiste en establecer una discusión entre un defendens que afirma una tesis y un arguens, que la refuta. El primero analiza las premisas del segundo, de las cuales acepta unas y niega otras, y así sucesiva­mente hasta llegar a la conclusión por reducción al absurdo. Este mé­todo, que se considera probatorio, será muy utilizado en este periodo y muy criticado en el Renacimiento.

Con respecto al pensamiento de Occidente, hasta el siglo XIII se caracteriza por el predominio absoluto de la filosofía de inspiración neoplatónica y cristiana. A ello contribuyeron varios factores, entre los que cabe destacar el hecho de que tras la caída del Imperio Romano, Occidente perdiese contacto con la mayoría de las obras filosóficas griegas. La escuela de Edessa, en Siria, fundada por Nestorio (Efren de Nisibis) fue muy destacada en el año 400. En ella se mantiene una filosofía que mezcla tesis aristotélicas y cristianas, por lo que será con­siderada herética en el Concilio de Éfeso (431) y prohibida su ense­ñanza en el Imperio Romano. Los principales pensadores que la inte­graban fundaron una nueva escuela en Persia en la que se siguieron transmitiendo los textos de los griegos, principalmente de Aristóteles, pero también de Euclides, Hipócrates, Galeno, Arquímedes, etc. Es también importante recordar que en el año 529 el emperador Justiniano decretó el cierre de las escuelas filosóficas de Atenas, por lo que la filosofía se trasladó a Oriente. Estas obras fueron traducidas pri­mero del griego al siríaco —aunque es probable que algunas pasaran por el persa—, y luego al árabe, idioma considerado en el año 800 como la lengua científica mundial. Traducidas al árabe, las obras de Aristóteles se extendieron por Occidente hasta los Pirineos. Pero esto no sucede hasta finales del siglo XII y principios del XIII. Hasta ese mo­mento, la obra aristotélica era prácticamente desconocida: sólo se co­nocía parte de la lógica traducida por Boecio. El siglo XII es el siglo de los grandes comentadores de Aristóteles: Avicena, Averroes y Maimónides y, en España, la Escuela de Traductores de Toledo.