martes, enero 23, 2007

LA ILUSTRACIÓN. Características

Siglo XVIII: CARACTERÍSTICAS DE LA ILUSTRACÓN

Los términos Ilustración, Siglo de las Luces o Iluminismo describen el conjunto de tendencias del pensamiento y la literatura que se de­sarrollaron en Europa y América durante el siglo xvm. Este movi­miento cultural surge como un intento de iluminar a toda la humani­dad mediante el pensamiento y las ideas, más allá de las tutelas religiosas y políticas que impiden al hombre ser más consciente y más libre.

El siglo XVIII está impregnado de la fe en la infalibilidad, la unidad y la inmutabilidad de la razón, idéntica en todo sujeto pensante, en toda época, nación o cultura, así como en su capacidad para describir los hechos, que ya no son un conjunto informe, sino que tienen una forma, un orden, una lógica interna, la lógica de los hechos. Y es la fi­losofía, a la que trasladan el modo de ser propio de las ciencias, la en­cargada del conocimiento de dicha lógica.
El origen de la Ilustración se apoyó en el racionalismo imperante en la época (Rene Descartes, Baruch Spinoza), en la filosofía política (Thomas Hobbes, John Locke), en el escepticismo (Fierre Bayle, Condorcet), en los descubrimientos científicos y en el espíritu de re­lativismo cultural fomentado por la exploración del mundo no cono­cido. Así, se puede considerar que la Ilustración tiene los siguientes rasgos característicos:

Fe en el poder de la razón humana.
Si los pensadores anteriores habían considerado la razón como un instrumento unificador de todo el saber bajo un modelo matemático, la razón de los ilustra­dos adquiere un carácter transformador y liberador del género humano. La humanidad se considera así capaz de descubrir las le­yes que regulan la naturaleza y la sociedad.

Confianza en un progreso ilimitado de la humanidad. Mediante un uso juicioso de la razón, la humanidad será capaz de progresar ilimitadamente en conocimientos, en logros técnicos y en el ámbi­to moral.

• Deísmo.
Es la concepción de una religión natural que concibe la existencia de un ser supremo, pero sin entrar en valoraciones so­bre su realidad. La perspectiva deísta reconocía la inutilidad de in­tentar comprender la naturaleza divina, por lo que evitaba toda discusión teológica.
La felicidad mundana se antepuso a la salvación religiosa al mismo tiempo que se criticaron duramente los excesos de la Iglesia. Paralelamente al deísmo surgieron también posturas materialistas, ateas y agnósticas que se oponían a la religión, pues veían en ella la causa de la ignorancia y de la dependencia humana.

• Ideal educativo.
La Ilustración tiene un carácter educativo y pe­dagógico. La ignorancia es considerada la causante de los mayo­res males del ser humano. El único modo de solucionar esta si­tuación consiste en socializar la cultura, de modo que llegue al mayor número de personas. Prueba de ello es la Enciclopedia que trata de llegar al mayor número de personas, en un intento de po­pularizar el saber.