lunes, enero 08, 2007

RACIONALISMO: René Descartes

Vida de RENÉ DESCARTES
Rene Descartes nació en La Haye (Turena, Francia) el 31 de marzo de 1596 en el seno de una familia perteneciente a la pequeña nobleza, cuya desahogada posición económica le permitió vivir de rentas el resto de sus días. Esto le animó a viajar con el fin de formarse en el gran «libro del mundo». Hijo de un parlamentario de Rennes y huér­fano a muy temprana edad, fue educado sobre todo por su abuela materna. Su débil estado de salud contribuyó a que adquiriese el há­bito de permanecer en la cama hasta bien entrada la mañana, con lo cual tuvo la posibilidad de emplear su tiempo en la meditación. A los 10 años ingresó en el colegio de La Fleche, que los jesuítas regenta­ban para la educación de la nobleza. Estudió filosofía durante tres años según la metodología escolástica. Tuvo asimismo la oportunidad de conocer también las ideas mecanicistas a través de los descubri­mientos de Galileo, que tuvieron gran resonancia en La Fleche. No obstante, después de un tiempo comenzó a sentirse decepcionado sobre la educación que estaba recibiendo en La Fleche, por lo que, tras licenciarse en Derecho en Poitiers comenzó un periodo de auto-formación intelectual.
En 1618 se alistó como soldado a las órdenes de Mauricio de Nassau y el año siguiente, durante la Guerra de los Treinta Años, se enroló en las filas de Maximiliano de Baviera. Parece ser que el 10 de no­viembre de 1619 tuvo tres sueños sucesivos que le marcaron el ca­mino que había de seguir, que no era otro sino la búsqueda de una ciencia admirable cuyos fundamentos creía haber descubierto. Así pues, abandonó el ejército e inició una etapa de viajes que duraría unos diez años. Después de esta etapa de deambular por Europa, fijó por fin su residencia en Holanda en 1628, con la intención de de­sarrollar sus meditaciones. A partir de entonces se dedicó al estudio de la física, las matemáticas, la anatomía, la filosofía, entre otras dis­ciplinas. En 1649, invitado por la reina Cristina de Suecia, se trasladó a Estocolmo. Requerido por la soberana a las cinco de la mañana, Descartes contrajo una pulmonía de la que murió una mañana de fe­brero de 1650.
Entre sus múltiples escritos destacan los Meteoros, la Geometría, el Discurso del Método, las Meditaciones metafísicas y los Principios de la filosofía.