ARISTÓTELES: Lógica
LÓGICA: La Ciencia de las leyes del razonamiento
El silogismo como razonamiento deductivo
Desde un primer punto de vista, podemos distinguir entre el razonamiento inductivo y el deductivo; el primero va de lo singular a lo universal (o a lo particular), el segundo se mantiene en el orden de lo universal o va de lo universal a lo particular o a lo singular. Aunque el razonamiento inductivo posee un carácter previo, sin embargo, Aristóteles le dedicó muy poco espacio, y centró su esfuerzo casi exclusivamente en una de las formas del razonamiento deductivo que es el silogismo.
El silogismo consiste en un razonamiento constituido por tres proposiciones, las dos primeras, llamadas premisas, y la tercera, conclusión. En premisas se encuentran tres términos: el término mayor, que hace de predicado de la conclusión, el menor, que hace de sujeto, y el medio, que se halla únicamente en las premisas, y sirve como elemento de enlace entre los dos términos anteriores; por ejemplo el silogismo siguiente:
Todo ave es animal
el gorrión es ave
luego el gorrión es animal.
las premisas serían "Todo ave es animal" y "el gorrión es ave"; la conclusión, "el gorrión es animal". Los tres términos "animal", "gorrión" y "ave". El término mayor: "animal"; el menor: "gorrión" y el medio: ave. Mediante el término medio. ("ave") ponemos en relación (o comparamos) "animal" con "gorrión".
Según queda explicado por esta estructura, el silogismo estriba en justificar la pertenencia (o la no pertenencia en el caso de una conclusión negativa) de un predicado (término mayor) a un sujeto (término menor) mediante el término medio. La posición de los términos permanece invariable en la conclusión (el mayor hace de predicado y el menor de sujeto), pero puede modificarse en las premisas en consonancia con la situación que en ellas ocupe el término medio.
El silogismo como razonamiento deductivo
Desde un primer punto de vista, podemos distinguir entre el razonamiento inductivo y el deductivo; el primero va de lo singular a lo universal (o a lo particular), el segundo se mantiene en el orden de lo universal o va de lo universal a lo particular o a lo singular. Aunque el razonamiento inductivo posee un carácter previo, sin embargo, Aristóteles le dedicó muy poco espacio, y centró su esfuerzo casi exclusivamente en una de las formas del razonamiento deductivo que es el silogismo.
El silogismo consiste en un razonamiento constituido por tres proposiciones, las dos primeras, llamadas premisas, y la tercera, conclusión. En premisas se encuentran tres términos: el término mayor, que hace de predicado de la conclusión, el menor, que hace de sujeto, y el medio, que se halla únicamente en las premisas, y sirve como elemento de enlace entre los dos términos anteriores; por ejemplo el silogismo siguiente:
Todo ave es animal
el gorrión es ave
luego el gorrión es animal.
las premisas serían "Todo ave es animal" y "el gorrión es ave"; la conclusión, "el gorrión es animal". Los tres términos "animal", "gorrión" y "ave". El término mayor: "animal"; el menor: "gorrión" y el medio: ave. Mediante el término medio. ("ave") ponemos en relación (o comparamos) "animal" con "gorrión".
Según queda explicado por esta estructura, el silogismo estriba en justificar la pertenencia (o la no pertenencia en el caso de una conclusión negativa) de un predicado (término mayor) a un sujeto (término menor) mediante el término medio. La posición de los términos permanece invariable en la conclusión (el mayor hace de predicado y el menor de sujeto), pero puede modificarse en las premisas en consonancia con la situación que en ellas ocupe el término medio.
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