sábado, octubre 21, 2006

ÉTICA PALTÓNICA: La felicidad como destino del hombre

ETICA PLATÓNICA:
La felicidad como destino del hombre

El objetivo del ser humano es alcanzar la feli­cidad verdadera, meta y ñn de toda actuación. Influenciado por Sócrates, Platón ve íntima­mente ligado el saber y el hacer: solo una per­sona educada, que conoce el Bien, puede actuar correctamente. Y en esa conjunción de conoci­miento y acción consiste la felicidad: es una éti­ca eudemonista (que considera que la felicidad es el sumo bien).

• La Idea de Bien como referente ético. Con­templar la Idea de Bien es el objeto del co­nocimiento y el principio de actuación. Una acción se realiza según el modelo de Bien; y esa Idea es al mismo tiempo el referente ob­jetivo del juicio ético. Su adecuación a la Idea de Bien marca la bondad de las acciones. El bien y el mal deben su objetividad a la exis­tencia real de la Idea de Bien. En Platón, la ontología (la realidad de las Ideas) y la epis­temología (su conocimiento) convergen en la ética y la política.

El camino de la felicidad. La actuación supone una "superación" de los deseos del cuerpo para centrarse en los placeres del alma. Los placeres del cuerpo son "buenos", pero precisan ser sometidos a la racionali­dad. Para actuar así, el hombre necesita de la virtud (arete), que es una disposición innata para actuar correctamente. La práctica de la virtud permite a las personas avanzar en el conocimiento del Bien.