martes, septiembre 26, 2006

EL TRIUNFO DE LA RAZÓN

EL TRIUNFO DE LA RAZÓN
(La Grecia clásica)
La pasión con la que los antiguos griegos se interrogaron sobre éí mundo, engendró algunos hitos del conocimiento humano. Su herencia de sabiduría ha llegado hasta nosotros. Por CARLOS GARCÍA

Cuando hablamos de la Grecia antigua co­mo una nación úni­ca, nos referimos so­bre todo a su cultura unitaria -lengua, religión, mi­tología y costumbres- porque, políticamente, la vieja Hélade estaba dividida en numerosas ciudades-Estado. Eran las lla­madas polis, poblaciones inde­pendientes y variadas, alejadas unas de otras no tanto por la distancia geográfica como por su propia constitución como Estados libres y autónomos. La geografía de la península helé­nica y sus muchas islas favo­recían además esa dispersión y esa fragmentación política. Sin embargo, a todos los griegos les unía la lengua (aun que con varios dialectos), la religión, la mitología, las cos­tumbres y la gran literatura, especialmente la poesía homé­rica. Esa unidad cultural era sentida por todos los griegos más allá de sus rivalidades y envidias menores y gracias a ella se contraponían a "los bárbaros", que eran los otros pueblos, gentes que no habla­ban griego, lengua considerada por los helenos como la más adecuada expresión de la razón humana. Por otra parte, los griegos tenían la sensación de estar situados en torno al mar Egeo "como hormigas o ranas en torno a una charca", según la expresión de Platón.
Un progreso basado en la primacía de la libertad

En el marco de la ciudad -lugar de convivencia y de libertad- los humanos, sin ser agobiados por el peso de los dioses, fueron or­ganizando su vida comunitaria. Buscaban la justicia y la mora­lidad y, escribiendo sus leyes, acabaron descubriendo que to­dos los ciudadanos eran iguales(aunque las mujeres y los niños no son ciudadanos del todo) y que la democracia era la menos mala de las formas de gobierno. Atenas es la ciudad ejemplar y la más progresista, "la escuela de Grecia" según Feríeles. Frente a los inmensos imperios orien­tales de monarcas despóticos y las turbulentas tribus bárbaras, en las ciudades griegas todo es a medida humana, bajo libertad y ley. En las Guerras Médicas, las pequeñas y desunidas ciudades griegas derrotaron al ejército colosal del gran rey persa Jerjes. Con atenienses y espartanos al frente, los heroicos ciudadanos que luchaban por la libertad y obedeciendo sólo a sus leyes, lograron vencer al coloso bárba­ro. Y, en Maratón, Salamina y Platea salvaron a Europa del despotismo oriental.

Ese gusto por la liber­tad y ese trato con sus dioses -tan tolerantes y humanos- llevaron a los griegos a cuestionarse no sólo el orden social y sus leyes, sino también el universo mismo y el sentido de la naturale­za cósmica. Partían del axioma de que la razón humana, el logos, puede comprender y expresar la realidad más oculta. Pues si "la naturaleza suele esconderse", según dijo Heráclito, la razón sabe en­contrar la verdad, que es un des­cubrimiento humano -alétheia, la palabra griega para "verdad" significa etimológicamente "descubrimiento, desolvido"-. Esa actitud de preguntarse por el mundo, de buscar la verdad esencial, de ver la belleza con proporciones humanas, ese amor a la luz y a la vida en el tiempo fugitivo es un rasgo fundamental del griego.

Se trata de una civilización donde el individuo y la sociedad, a través de la ciudad y la escritu­ra, aspiran a la libertad de palabra y a la igualdad de derechos. Algo que se realiza en la democracia ateniense de forma ejemplar en el momento histórico de su esplendor, pero que está ya en la entraña de la cultura griega. Y no sólo en la política y la filosofía, sino también en el arte, tal y como señaló Malraux: “para nosotros, el descubrimiento fundamental de Grecia es la constante pregunta sobre el universo. Esos filósofos que enseñaban a vivir, esos dioses que cambiaban con sus estatuas habían modificado el sentido mismo del arte. A pesar de la evolución de las formas -según la cual se había afirmado en Egipto el orden irre­ductible de los astros y lo eterno y en Asiría el de la sangre- el arte no había sido más que ilustración de una única respuesta, hecha de una vez para siempre al destino de cada civilización.
La invención de la filo­sofía fue una hazaña más de esa inquietud griega y su admiración ante el mundo. En eso fueron adelantados algunos jonios, como Tales y Anaximandro de Mileto, o Pitágoras de Samos y Heráclito de Efeso. Los que llamamos presocráticos -y podríamos llamar "preplatónicos"- se preguntaron por el fundamento del universo y aportaron variadas propuestas lasta que Parménides encontró ana respuesta en el ser. Luego, os sofistas y Sócrates enfocaron le otro modo la cuestión y centraron su reflexión en el mundo mmano. En la tradición clásica le la filosofía griega y de toda la filosofía posterior, a Sócrates le continuó su discípulo Platón y a éste Aristóteles.
EL TRIUNFO DE LA RAZÓN EN LA CULTURA GRIEGA
Cuestionario


1.- Cuando hablamos de cultura griega nos referimos al conjunto de...

2.- Qué es la "polis" griega

3.- Palabras en castellano derivadas de "polis"pueden ser:

4.- Que tenían en común los griegos y qué les diferenciaba

5.- Qué quiere decir la expresión de Platón que los griegos vivían como "ranas u hormigas en torno a una charca"

6.- Los griegos orrganizaron su vida comunitaria en torno a la ........... que se convierte en el marco de la --------- y ------------

7.- Cuál es el sistema político que inventan. En qué consistía.

8.- Qué modelos sociales se representan en Atenas y Esparta.

9.- En las guerras médicas quienes se enfrentan entre sí?
10.- Qué es el "logos" y la "alétheia" para los griegos?

11.- Cuál es el rasgo fundamental de la cultura griega?

12.- Los griegos inventarón la .......... y la......... dejando de lado los relatos...,,

13.- La admiración ante el mundo de los griegos está relacionado con la......

14.- Los presocráticos se preocuparon por..... y los sofistas por....

15.- Los tres grandes filósofos son........